viernes, 6 de julio de 2012

How to be a Lovemark

Cuando por allá en los años 90 Kevin Rogers, CEO de Saatchi & Saatchi, buscaba un concepto que definiera las marcas que conseguían de sus clientes “lealtad más allá de la razón” el primer concepto que se le ocurrió fueron las Trustmarks (marcas de confianza). Más tarde se dio cuenta que se había olvidado del nivel emocional pero lo que si mantuvo de esta primera idea es que la CONFIANZA y el RESPETO son requisitos indispensables para el éxito.


Fue cuando empezó a investigar en el plano emocional que se dio cuenta que es el AMOR lo que mueve al mundo. Amar un producto no es lo mismo que que te guste mucho, implica algún tipo de lazo, de apego. El amor requiere tiempo, no puede ser demandado o exigido, solamente puede ser dado.

En un post anterior (aquí) hablé de lo que son las Lovemarks. En este post voy a dar algunas pistas o claves para convertir tu negocio en una Lovemark.

¿Cómo ser una Lovemark?
 
Merece su confianza, su respeto y responsabilízate. No decepciones al cliente. Se consecuente y predica con el ejemplo. Ofrece el producto que estas vendiendo. No crees falsas expectativas. Rinde al máximo, da lo mejor de ti, se exigente y perfeccionista. Son requisitos mínimos.

Premia la lealtad. Prémiala y agradécela. Pretendemos que nuestra historia de amor dure así que debemos cuidar a los que nos aman. Las tarjetas de fidelización y las redes sociales (facebook, twitter) nos permiten saber quienes son nuestros clientes, ofrecer regalos, promociones y campañas exclusivas y lo más importante de todo, comunicarnos con ellos.

En 2012 la Fabrica Moritz Barcelona invitó a desayunar a todos sus seguidores en twitter.

Di la verdad. Se franco, no te ocultes, da la cara. Asume tus errores, aprende de ellos, rectifica si es necesário y múestrale cómo lo haces. Puedes hacer una promoción con los objetos menos vendidos y deja claro que son los menos vendidos. O incluso con una partida defectuosa explicando claramente cuál es el defecto y que has cambiado para que no vuelva a ocurrir.

Implica al cliente. Hazle sentir parte de esto. Establece lazos afectivos. Pídele su opinión e involúcralo en todo. Las estrategias de street marketing son muy útiles en este sentido.

Se apasionado. Enamórate de tu negocio, de tu producto. Si tú no estas enamorado de tu producto ellos tampoco lo van a estar. No intentes vender, simplemente cuéntales la pasión que sientes por tu negocio. Transmite éste sentimiento a tus compañeros, al equipo de ventas, etc.

Quien se va emocionar con un producto si no lo hace su propio creador.
Hazlo fácil. Simplifica. No le compliques la vida. Esto implica desde tener una tienda ordenada en la que el cliente pueda moverse con facilidad y encontrar el producto, hasta ofrecer cestas dentro de la tienda para que no tenga las manos ocupadas y pueda seguir comprando.

Cuenta historias. Para que el cliente se apasione con una marca o un producto tiene que haber una historia detrás. No es necesario que las inventes, búscalas y cuéntalas. Entérate de que inspiró al diseñador para la imagen del producto y cuéntalo. Entérate de cómo es el región del fundador de la empresa, de los valores de las gentes que habitan ahí, las histórias de superación, los valores, y cuéntalo. Se pueden contar historias en los escaparates, con paneles informativos, con la atmósfera de la tienda e incluso a través del personal de venta.



Cuentan en los bares que la Jägermeister era la bebida que tomaban los cazadores austríacos para entrar en calor. ¿Será verdad? 

 
No te escondas. Déjales ver quién eres. Que te conozcan. Cuál es tu carácter, el de tu marca. Si no te conocen, no te pueden amar. Diseña escaparates que muestren tu carácter de empresa. Ten una imagen de tienda que te identifique y te diferencie de la competencia.

Cuida al máximo el diseño. También podría ser, cuida al máximo tu aspecto. Si no eres estéticamente estimulante eres uno más. Se exigente con el diseño del producto, escaparate e interiores. Sorprende, innova pero se fino y exquisito.

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