Este escaparate está inspirado en el estilo Moschino y la trayectoria de esta marca. Es un escaparate conceptual y dinámico.
El maniquí, vestido con
un traje de relojes y fechas, gira sobre sí mismo como metáfora del paso del
tiempo y de la evolución. El diálogo entre el pasado y el presente está lleno de contrastes y esto se refleja en los colores escogidos: blanco, negro y fucsia.
Para el montaje de la falda se usaron platos de plástico, vinilos y malla de gallinero.
Éste fue el primer escaparate que diseñé y monté en Ártidi para la asignatura de Materiales y Creación de Escaparates I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario